Texto: Leonardo Montecillo
México, país rico en costumbres y tradiciones, muchas con orígenes enteramente ligadas a la época prehispánica del país, otras más, no son sino el resultado de una mezcla de estas festividades ancestrales con la fe y religión heredada por los españoles.
Este tipo de tradiciones y costumbres “mestizas” son realizadas con arraigo en distintas partes de México, como lo es en el estado de Querétaro, lugar que da origen a una fiesta en la que danzas chichimecas rinden honor a la Santa Cruz.
El pasado histórico de esta algarabía contempla sus orígenes en el año mil quinientos treinta y uno, con la batalla librada entre españoles, otomíes y chichimecas que se asentaban en esas tierras, sin pasar por alto el evento divino que dio pie a esta tradición mestiza, ya que según cuenta la leyenda de fundación en la ciudad, describe una batalla sangrienta que culmina con la aparición de Santiago apóstol y a su lado la Santa Cruz, lo que sirvió para que otomíes y chichimecas se rindieran al instante ante los conquistadores españoles.
Hoy por hoy, encontramos una tradición que es respaldada por generaciones de queretanos, en la cual la fe y el sentido de pertenencia hacía la religión católica son la esencia de esta fiesta, aunado a las danzas que evocan sus orígenes.
Esta celebración que inicia el 12 de septiembre con la “velación” y que culmina el 15 de septiembre de cada año, se enriquece con misas que rememoran la aparición de la cruz, peregrinaciones de danzas locales y algunas otras que se integran de diferentes partes de la república, pero sin duda lo más importante, es la participación de los ciudadanos que hacen parte de su vida estas fechas, donde se pagan penitencias, se ofrendan arreglos florales, se edifican chimales (adornos con frutos de temporada y flores, considerados por muchos como escudos de identidad) y se cargan cruces como un estandarte de su fe y devoción.
Todo gira en torno a la San Cruz, a su divinidad, a su misticismo, hace florecer entre los fieles sentimientos de alegría y orgullo, un pueblo que no olvida a sus ancestros y que hace de la cruz su devoción.