La península de Araya es tierra de gente sencilla cuyas vidas transcurren en medio de la esperanza, la sonrisa y la palabra franca. Sus pobladores son descendientes de alfareros, salineros y pescadores que hoy tiene la gran misión de seguir contando la historia de sus antepasados ligada la mar, al viento, a la pesca, al azul y que la inmensa tarea de seguir descubriendo y forjando sus propias historias.
Árida y muy caliente, la península de Araya es una extensión de tierra de casi setenta kilómetros ubicada frente a las costas de Cumaná, estado Sucre en Venezuela. Bordeada por un conjunto montañoso, sus cerros de poca altura se ven afectados por los juegos de luces de colores. Al Transcurrir el día, las tonalidades del amarillo, el magenta, el gris, el rojo y el naranja se apropian del paisaje para crear un escenario inusual de singular belleza.
Hombres que salen a trabajar antes de amanecer, niños que juegan a navegar; vidas marcadas por el mar, la pesca, la sal y el barro son algunos de los protagonistas de este ensayo fotográfico, titulado “La península de Araya: geografía de sal cristalina”. Una breve mirada a las creencias y tradiciones que han forjado a los habitantes de esta tierra y forman parte de los retratos y de la cotidianidad de esta comunidad.